España vota

Había dicho que tardaría una semana en publicar y aunque sigo con “problemas” técnicos he querido hacer un alto o más bien me he visto obligado a ello.

Para el lector espabilado, el título de este texto no le pasará desapercibido. “España vota” es el lema que el PP ha adoptado de cara al domingo. Tienen toda la razón, el país vota y quizá en su elección más dura después de aquella primera vez, ya muerto Franco.

Hoy es jornada de reflexión y este que suscribe, que habla aquí de cuando en cuando de cultura y de política, que habla de lo que pasa en España, no puede dejar de reflexionar hoy, sería una suerte de traición porque yo, igual que cualquiera que lea este blog, es un animal político. No nos queda otra, lo somos, incluso en la ignorancia, (elegida siempre, porque eso se elige y no vale ninguna excusa) somos políticos porque vivimos en sociedad; porque aunque queramos sentirnos ajenos a todo este entramado, no podemos. Es ese monstruo del que hablaba hace unos día en “el cinco de noviembre”. En ese artículo mencionaba la aberración del estado y pedía pensar en ello, en los poderes que nos atan mientras nosotros somos mansos corderitos que se dejan encadenar.

La jornada de reflexión parece pura hipocresía, a estas alturas todos sabemos a quién vamos a votar ¿sí? Para los familiarizados con los medios de comunicación les aconsejo ver los videos de Iñaki Gabilondo en su sección de El país digital. Sobre todo este y este, que me parecen interesantes para no olvidarnos de que el juego ha cambiado: ya no es el que parece y todavía se juega con las apariencias. Como buenos prestidigitadores, nuestros malos políticos nos siguen queriendo hacer ver que son ellos los reyes de esta época, los señores de la democracia. Es cierto que la democracia ya no es lo que era, poco a poco se está convirtiendo en una plutocracia, pero en una velada. ¿Acaso alguien pensaba que unos señores con sombrero de copa y billetes en el fajín iban a aparecer en la televisión y presentarse a las elecciones? ¿Por qué? ¿Por qué arriesgarse? A no ser que se tenga mucho dinero y muy poca vergüenza, a no ser que medio país sea tuyo, o seas Silvio Berlusconi, la posibilidad de perder no merece la pena. Por otra parte Turquía pretendía adoptar una ley hace meses que regulase la corrupción de los políticos; no que la detuviese, sino que estas personas no pudieran ser juzgadas por esos delitos. España va por el camino de Italia y de Turquía, a il cavalieri le han echado para lavar la cara, pero muy ingenuo se ha de ser para pensar que este hombre no va a manipular todo lo que quiera y siempre en su beneficio.

Pero vamos a nuestro tema, a España, y sigamos reflexionando. Si la democracia ya no es democracia, si nuestros políticos se arrodillan ante fuerzas mayores de esa comunidad de la que formamos (orgullosamente, claro) parte, y que a su vez se doblega ante amos más poderosos, ante los hombrecillos de las chisteras (hombrecillos que tienen un poder muy ambiguo, porque ellos pueden desaparecer pero demonio al que representan no) ¿No os recuerdo a algo? Porque a mí sí, quizá por una sentimiento propio siempre tengo en mente a Jaime Gil de Biedma y a sus versos sobre España. Versos que más de una vez yo ya he mencionado y que sobre todo me gustaría recordaros en “La maldición de España”. Eso fue en Abril y hoy me parece una fecha muy, muy lejana, ya entonces trataba este tema y es que en España algo va muy mal. Algo huele a podrido en Dinamarca, decían en la famosa obra de Shakespeare, pero en España Hamlet se ahogaría por la peste. España, ese país de todos los demonios. El poeta, Biedma, lo vio hace cincuenta años en el Franquismo. Es cierto que tenía en mente demonios menores pero cómo es posible que no haya cambiado esto. Sí, hoy admitimos que el malgobierno es culpa de personas, pero personas endemoniadas, poseídas por serpientes que representan intereses de una minoría y que ahora incluso ellos se estremecen ante la mirada siempre vigilante del gran hermano monetario, el gran dios oscuro, el demonio, Satanás. Hemos vendido todo al diablo, este es su siglo y somos sus amantes esclavos. ¿Queréis saber por qué? No me interesa ya Europa, porque ella tiene otras culpas, hablo del por qué de España. Esto ha ocurrido por nuestra culpa, porque somos democráticamente culpables, porque no hemos sabido hacer nada al respecto, porque no sabemos nada. ¿Cuántas personas conocéis a las que les importen las ideas? ¿Alguna que disfrute pensando? Son tan pocas que da miedo, España es un país ignorante y el dolor de decir esto es enorme cuando se escribe en español, pero lo que es peor es que esté orgullosa de ser ignorante. No sabemos nuestra propia historia, nos rodeamos de personas que empuñan frases banales en las redes sociales y se afilian a partidos políticos que no entienden.

Pero volviendo a las elecciones y echando una mirada rápida al ambiente político nos daremos cuenta de que el 15M y las propuestas de no votar a los partidos mayoritarios perjudican más, mucho más, a la izquierda. Las personas normales, la calle, el pueblo que se suele decir, culpan de la crisis al PSOE por ser el partido en el gobierno. Y es cierto que sus políticas para enfrentarse a la crisis han sido muy malas y no se merecen nuestro voto. También es cierto que el PP se ha pasado dos legislaturas sin decir nada, atacando una y otra vez esperando que la presa estuviera bien debilitada; han hecho una oposición extremadamente hostil, pero son la alternativa, el gran cambio. Se ha vaticinado que el PP nos sacará de la crisis porque esta trata de lo que mejor saben hacer ellos: de economía. Bien, aceptemos esto, sí que es posible que tengan una mejor habilidad con la economía. ¿Pero es que no nos importa el precio? ¿Alguien se ha leído el programa del Partido popular? A este que firma abajo le da miedo ese documento. No dicen nada, hablan con vaguedad, de nuevo con prestidigitaciones y se desdicen de lo poco de los derechos sociales que decían que iban a mantener. Todo es posible con ese programa electoral y encima dicen que quizá nos molesten las medidas a adoptar, medidas que ni se mencionan ahora explícitamente por miedo a perjudicar el voto.

Sobre los partidos minoritarios no hay aquí espacio para hablar. Sabemos que es imposible que suban al poder porque el sistema electoral favorece el bipartidismo, esto ha de cambiar si queremos una verdadera democracia, pero no ahora, ahora tenemos una cuestión mucho más urgente. Estas elecciones tratan de cuánto estamos dispuestos a pagar por “salvarnos” de la crisis. Mucho me temo que la respuesta sea “todo” y que consecuentemente gane el PP, algo de lo que nos hemos de lamentar porque será devolver las riendas de España a esos demonios que maldicen nuestro país.

Hemos sido un gran país que ha terminado siendo sombra de su pasado. Nos hemos consumido en la ignorancia y vamos a dar nuestra libertad a un partido que sí, que nos sacará de la crisis, pero mientras nos pone los collares al cuello y da sus correas a la gran entidad que ha provocado todo esto: al sistema económico, el mayor Leviatán de todos. Ese demonio que ha de ser cambiado pero que se resiste como jamás ningún otro se ha resistido.

España vota, España tiene una cita con las urnas : esas son las máximas de ambos partidos y por una vez hemos de hacerles caso de verdad. Votar es necesario, si bien cada uno a aquel partido que prefiera, pero lo importante en votar, aunque sea nulo. Nunca en blanco y nunca abstenerse.

Hoy es la jornada de reflexión, un servidor no habla con un mayor fin que el fomentar el ejercicio de pensar. Quiero decir con esto que yo no pertenezco ni a un partido ni a otro, mis ideas políticas van más allá de eso y no pido el voto para ninguna facción. Pero mi opinión particular es que con el PP seremos esclavos y con el PSOE no sabemos qué vamos a ser. Personalmente yo aprecio demasiado la “libertad” entrecomillada de la que gozo como para venderla; prefiero arriesgarme a la duda aún con lo temerario que esto es, porque la duda, como Borges decía, es otro nombre para la inteligencia.

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