«Once more unto the breach, dear friends, once more» – W. Shakespeare
Ha pasado otro ciclo y hemos sobrevivido. La batalla continúa. Miro por la ventana y un montón de cuadros anaranjados revelan vidas en medio de la oscuridad. ¿Esperanza? Sí, pero creemos en conceptos puros cuando en realidad, en esa vana y mundana realidad, todo concepto está contagiado, mezclado, pervertido. Por las rendijas de la infame cajita de Pandora se ha filtrado demasiado de lo humano. La esperanza anaranjada que yo espío es una mentira. No importa, necesitamos de la mentira, la mentira nos construye como sociedad, nos da un propósito, un sentido.
¡Una vez más en la brecha, amigos míos! Lean esta frase a voz en grito, hasta desgarrarse las cuerdas vocales. Lo merece, merece el esfuerzo, merece la sangre. Algunos libros necesitan leerse en voz alta, muy alta, hasta desquiciar a los vecinos.
La poesía debe ser leída en voz alta.
El teatro ha sido construido para dejarnos afónicos.
¡Una vez más en La Brecha! Un año más ha transcurrido, la batalla continúa, cada vez más cruenta. Todos lo percibimos, ese olor a pólvora y cobre en el aire, el mundo gira hacia el lugar equivocado, pero somos pequeñitos y sentimos vértigo ante la gravedad. Es más fácil ceder un poco más, un poco más, un poco más. No. Gritad. ¡¡Una vez más en La Brecha!!
La espada en la mano. Un minuto de silencio para recordar a Shakespeare, él tenía razón en todo, nos lo dijo en sus obras, una tras otra. Aun así debemos resistir porque es lo correcto, porque lo más digno en nuestro predestinado fallo es fallar bien.
[Inserten ecos de Beckett aquí]
Parece mentira, este blog cumplirá nueve años en 2018. Llegará a los diez por la tozudez malsana de quien lo perpetra. La evolución existe y sin embargo… sin embargo… Todo tiene un principio y un final. Los puntos suspensivos anuncian cierta idea, cierta (de)cadencia.
Cuidaos de los textos demasiado conceptuales.
Feliz 2018. La batalla continúa, hemos vuelto a la brecha. Gritad.

